Eduardo nació y se crió en Hoboken, Nueva Jersey, pero es orgullosamente hijo de inmigrantes.

Su madre nació en Cuba y pudo escaparse del comunismo en los años 60 en “los vuelos de la libertad”.

El padre de Eduardo, nacido en Argentina, cruzó por la frontera emprendiendo un viaje desde Argentina, haciendo una pausa en Colombia y llegando a los Estados Unidos en el año 1977, donde pudo cruzar la frontera y establecerse en la ciudad de Nueva York.

Eduardo pudo vivir a través de sus padres, las dificultades y sacrificios que sufren los inmigrantes en este país. Sus padres fueron y continúan siendo su inspiración para perseguir sus sueños y ser un agente de cambio en la comunidad.

En el 2008, Eduardo se mudó a Miami y estudió en Florida International University donde se graduó con un título en Ciencias Políticas.

Luego, asistió St. Thomas University en Miami Gardens, donde recibió el honor de ser parte del “Dean’s list” durante su travesía en St. Thomas. Eduardo se recibió como abogado en el año 2015.

Eduardo empezó su carrera practicando derecho penal, pero al poco tiempo decidió practicar derecho de inmigración y naturalización.

Eduardo empezó a trabajar con Mario Lovo en el año 2016 y desde ese entonces, se ha dedicado a practicar exclusivamente leyes de inmigración.

Para Eduardo la inmigración es más que un área de práctica, es lo que le apasiona día a día, el considera que profesionalmente no hay nada más gratificante que ver los resultados de su trabajo al cambiarle la vida a sus clientes, poder mantener familias unidas en los Estados Unidos, y darles la oportunidad de realizar su sueño americano.

Eduardo cada vez que tiene la oportunidad, sirve como voluntario en proyectos non-profit.

Además de ser abogado, Eduardo es fanático de la comedia, casi todos los deportes y de los videojuegos.

En su tiempo libre si no está jugando al FIFA, tal vez lo encuentres en el estadio o en algún Bar de Miami, alentando a sus equipos favoritos o a su querida selección Argentina.