Lovo y Vega

El espectacular crecimiento del empleo sigue impulsando la economía estadounidense: la Oficina de Estadísticas Laborales reportó la creación de 303,000 puestos de trabajo en marzo.

Normalmente, un crecimiento tan fuerte podría conducir a un repunte de la inflación. Si los empresarios observan una mayor demanda de bienes y servicios, necesitan contratar a más trabajadores, y si no hay suficientes, tienen que aumentar los salarios, lo que incrementa el costo global de funcionamiento de la empresa.

Pero aunque el crecimiento anual de los precios, superior al 3%, se mantiene por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, sigue estando muy por debajo del máximo del 9% registrado en el verano de 2022.

Cada vez más, la respuesta parecen ser los inmigrantes, vivan legalmente o no en Estados Unidos. La afluencia de adultos nacidos en el extranjero aumentó enormemente la oferta de trabajadores disponibles después de que la escasez de fuerza laboral en Estados Unidos dejara a muchas empresas sin la posibilidad de cubrir puestos de trabajo.

Más trabajadores que ocupan más puestos de trabajo y gastan más dinero han ayudado a impulsar el crecimiento económico y crear todavía más puestos vacantes. La disponibilidad de trabajadores inmigrantes alivió la presión sobre las empresas para que aumentaran drásticamente los salarios y luego trasladaran esos costos laborales más altos a sus clientes a través de un aumento de precios que alimentan la inflación. Aunque la inflación estadounidense todavía es alta, se ha desplomado desde sus niveles de hace dos años.

Miles de empleadores necesitaban desesperadamente a los recién llegados. La economía —y el gasto de los consumidores— se habían recuperado con fuerza de la recesión causada por la pandemia. Las empresas tenían dificultades para contratar a suficientes trabajadores para satisfacer los pedidos de los clientes.

Ese vacío se ha llenado con una ola de inmigrantes. En los últimos cuatro años, el número de trabajadores en edad productiva que tienen un trabajo o buscan uno ha aumentado en 2,8 millones. Casi todos los nuevos integrantes de la fuerza laboral —2,7 millones, o el 96% de ellos— nacieron fuera de Estados Unidos. El año pasado, los inmigrantes representaron el 18,6% de la fuerza laboral —un récord—, según el análisis de datos gubernamentales del Economic Policy Institute. Y los empleadores agradecen su ayuda.

Los datos salariales muestran que el ritmo anual de crecimiento del salario medio por hora ha descendido al 4.1% en marzo, tras alcanzar un máximo postpandémico del 5.9% en marzo de 2022.

Si la oferta y la demanda de mano de obra estuvieran realmente desincronizadas, el ritmo de crecimiento de los salarios sería mucho mayor, lo que probablemente se traduciría en una mayor inflación general.

En cambio, gracias al aumento de la inmigración, las empresas en su conjunto pueden aprovechar la creciente mano de obra para satisfacer la demanda continua de sus bienes y servicios, sin tener que subir los salarios significativamente para competir por los trabajadores.

Esperemos que en este sentido se sigan incrementando buenas y efectivas políticas de inmigración para poder continuar fortaleciendo el sistema y aprovechando las ventajas que la inmigración supone.

Fuente:
https://www.latimes.com/
https://www.telemundo.com/